La Pasión Griega

Victoria Hislop photographed at As Greek as it Gets in Earls Court © adrianlourieTraducción de una entrevista que Victoria Hislop concedió recientemente a una revista griega por cortesía de La Pasión Griega

-Antes de que surgiera la idea de su primera novela, “La isla”, ¿había pensado alguna vez en dedicarse a la literatura?
-No, para nada. Disfrutaba con el periodismo y los diferentes temas de los que me ocupaba: educación, entrevistas, artículos de viajes…

-¿Cuándo comenzó a darse cuenta de la repercusión que tuvo la edición de su novela en Grecia?
-Casi desde su publicación en Grecia me di cuenta de su enorme repercusión (creo que fue la novela más vendida en el país durante varias semanas). En junio de 2007 acudí a algunas presentaciones y firmas de ejemplares y las colas de gente eran enormes. Fue algo sorprendente para mí.

-Tras la adaptación de su novela a la televisión, hay gente que quiere visitar no sólo Spinalonga sino todos los lugares en los que se rodó la serie. ¿Tiene la sensación de haber creado un nuevo destino turístico?
-Spinalonga era ya un destino turístico antes de que yo escribiera “La isla”, pero es cierto que el número de visitantes aumentó considerablemente tras la salida a la venta del libro y todavía más tras la emisión de la serie de televisión. Así pues, podría decir que he contribuído a que se produjeran dos grandes olas de turismo en la zona. No sólo en Spinalonga sino también en Plaka y en Elunda.

-¿Conoce a algún turista extranjero que haya visitado la zona gracias a la lectura del libro?
-Sí. Viajo allí una o dos veces al año y he visto gente que recorría la isla llevando en la mano un ejemplar de mi libro. Algunos guías turísticos me reconocen y a veces dicen a los grupos de turistas que estoy allí, así que en ocasiones tengo el placer de conversar un poco y fotografiarme con ellos… ¡Los noruegos son mis seguidores más entusiastas! El libro ha sido traducido a más de 25 idiomas y creo que son bastantes los lectores que gracias a él han tomado la decisión de visitar los lugares donde se desarrolla la historia.

-¿Cuál era la imagen que tenía usted de Grecia como turista antes de adquirir una casa en Creta y de comenzar a pasar más tiempo en el país?
-¡Tiene gracia! Cuando eres un simple turista vives las vacaciones de manera despreocupada. He estado de vacaciones en Grecia muchísimas veces y siempre lo he pasado fenomenal. Con la compra de una casa las cosas se complican. A veces siento que el tiempo que hace falta para las obligaciones de la casa es mucho más que el tiempo que tenía antes para relajarme. Por otra parte, desde que poseo un pequeño trozo de tierra griega me siento mucho más ligada a este lugar, como si ahora perteneciera mucho más a este país.

-¿Cuáles son sus impresiones sobre el verano pasado? ¿Se dejaron notar las consecuencias de la crisis económica, ya sea en el turismo o en la vida diaria de los lugareños?
-La verdad es que los mejores restaurantes siguieron llenándose de clientes y a los mejores bares no parecía que les fuese peor. También sé que muchos hoteles estaban al completo. Se podría decir que la crisis no ha afectado especialmente a este lugar, al menos por el momento. Me temo, sin embargo, que el próximo año las cosas podrían ser diferentes…
-De acuerdo con su experiencia, ¿cuáles son los problemas básicos a los que se enfrenta un turista cuando viene a Grecia?
-Creo que la mayoría de turistas que vienen a Grecia se aterran ante los servicios en lugares públicos. Lo digo en serio. Muchos restaurantes y bares tienen servicios que al final de la noche son un auténtico peligro para la salud pública. ¡Esos cubitos en el rincón para echar el papel higiénico ya utilizado! Sinceramente, son repugnantes; no hay otra palabra. En ningún otro país civilizado ves algo semejante. He viajado por los cinco continentes y los servicios funcionan perfectamente y están mucho más limpios que aquí.

-Si pudiera dar algún consejo al ministro de Turismo de Grecia, ¿qué le diría?
-Que intente ver el país como si él mismo fuese un turista, que sea objetivo y que imagine qué le parecería si fuese extranjero. Habiendo trabajado en el mundo de la publicidad y de las relaciones públicas, la sensación que tengo cuando veo anuncios de publicidad turística de Grecia en el Reino Unido es siempre la de que tienen una especie de introversión, que han sido realizados por griegos, los cuales no pueden tomar una cierta distancia de su país para ver las cosas…

-El argumento de su segundo libro, “El retorno”, se desarrolla en España, país que compite directamente con Grecia como destino turístico. Habiendo viajado bastante a los dos países, ¿cómo los ve en comparación?
-España tiene muchas y diferentes caras; no es fácil generalizar. Hay zonas de España que han sido literalmente colonizadas por turistas y extranjeros (entre los cuales hay bastantes ingleses) y son zonas que están entre las peores de Europa, con una comida y una arquitectura horribles… algo que creo que todavía no ha ocurrido en Grecia y que espero que no ocurra nunca. Considero que el paisaje griego es más bello que el español, y personalmente encuentro que la comida en Grecia también es mejor, aunque resulta un poco más difícil encontrar buen vino. A pesar de todo, España es en general un país más limpio y creo que los turistas lo ven como un país menos “extraño” (tal vez porque los letreros en las calles están escritos en una lengua que pueden leer, aunque no la comprendan). Las ciudades en España dan la sensación de estar mejor organizadas; los monumentos, por lo general, están mejor conservados y el turista puede moverse más fácilmente. España es tan grande en relación con Grecia que no considero que sean justas las comparaciones. En mi opinión, son totalmente diferentes.

-Su nuevo libro, “El hilo”, tiene como escenario principal la ciudad de Tesalónica, ¿cómo surgió la idea?
-Visité la ciudad con motivo de una conferencia que organizó el British Council y me enamoré de ella. Dando una vuelta yo sola por sus calles me di cuenta de que es una ciudad con una historia sorprendente y especial, la cual el público británico desconoce.